La escuela de Locución Héctor J. Días, institución creada por José Arismendy Trujillo Molina (Petán), forjó de los primeros conocimientos en la materia -hace unas cuatro décadas- a una joven que previo a esa etapa había dedicado algunos años a la enfermería en su pueblo natal, San Francisco de Macorís, y que vio a la capital como el lugar propicio para surcar mejores horizontes.
Profesores como Luis Enrique Castillo, Max Uribe, Pedro René Contín Aybar, Georgilio Mella Chavier, José Dolores Cerón, Luis Mena, doña Divina Gómez, actriz y profesora de arte dramático, Fabio A. Mota, y Luis Acosta Tejeda, no se imaginaron tal vez que tenían entre sus alumnos a quien más tarde descollaría como una de las mejores locutoras dominicanas.
Celosa, con su impecable dicción, y portadora de una dulzura al tratar a los demás, son dos de las tantas buenas cualidades que posee esta excelente profesional de la palabra hablada dominicana.
Con unos cuarenta años ininterrumpidos dedicados a la comunicación social por medio de la locución, doña María Cristina Camilo constituye una de las locutoras del país con más renombre.
"Los cuarenta años que llevo en la locución hacen sentirme la madre espiritual de los locutores de mi país, y en la medida en que van surgiendo nuevas generaciones de locutores, los voy amando como si viera en ellos la prolongación de mis hijos".
María Cristina Camilo, figura de primer orden de uno de los programas de mayor teleaudiencia de todos los tiempos, es decir, "Cosas de mi Tierra", se emocionó al hacer memoria de su papel de campesina, y dice sentir en carne viva al campesino y sus costumbres, a pesar de no haber sido criada en el campo. Por ello, con semblante inmutado, con expresión de profundo sentimiento, argumenta:
"El papel de Colasa, aquella viejecita tonta pero no tonta, sino buena, humilde, amorosa, dócil; que se deja engañar porque quiere a los demás, y para no ofender a los demás se deja engañar. Parece que la engañan, pero no es que la engañan, más bien le dan satisfacción. Ese papel me encanta".
Espera doña María que antes de morirse, la vida le tenga reservada la oportunidad de volver a hacer otro papel campesino para que esta nueva generación, que conoce tan poco de su campesinado, vea a través de mí a esa campesina cuando aún no le había llegado ni la luz eléctrica, ni la radio, ni la televisión.
Romance campesino
Destaca María Cristina Camilo que ha habido siempre una confusión respecto a los programas Romance Campesino y Cosas de mi Tierra.
Señala que primero existió el cuadro de comedias de Romance Campesino, que vino desde Santiago formado por Luis Mercedes Miches y Toña Colón -hoy fallecidos-, quienes personificaban los célebres personajes Macario y Felipa. En ese cuadro de comedias en que se forjaron Julio César Matías (Pololo) y María Rosa Almánzar (Sirita), ella participo como colaboradora.
"Lo que sucedió fue que después de desaparecer Romance Campesino fue creado entonces el programa Cosas de mi Tierra. Ambos programas se escenificaron en Radio Televisión Dominicana, antiguamente La Voz Dominicana.
Mujer consagrada a la locución
En Cosas de mi Tierra yo representaba a una jovencita llamada Trinencia; Julio Aníbal Sánchez un viejo llamado Cretino, Julio César Matías representaba al mozo, al enamorado llamado Felipito, y María Rosa Almánzar el papel de Sirita.
Con muestra de pesar se queja de que los programas culturales como los mencionados no reciben patrocinio, y esa falta de estímulo es lo que provoca que no haya casi producciones de esa naturaleza. A su entender cosas como esas hacen que "la locución, o más bien la radio en el país no juegue el verdadero papel que le corresponde".
Doña María Cristina Camilo, que actualmente labora en los sorteos de la Lotería Nacional, como mujer consagrada a su profesión, es orgullo de la institución a la que pertenece, el Círculo de Locutores Dominicanos, y por ende de la locución nacional.