La partida a destiempo de Julio César Matías, miembro distinguido de nuestro Círculo de Locutores Dominicanos, Inc. coincidió con un receso involuntario de este mensuario, El Locutor.
Al retomar la marcha con esta edición No. 35 no podemos pasar por alto este acontecimiento que ha enlutado a los sectores locutoril y artístico nacionales.
Dedicado y apegado siempre a su familia, Julio César procreó un total de siete hijos, cinco producto de su primer matrimonio, July, el mayor de todos, con 30 años de edad; Eddy, Kenia, Aimee y Erikson; y dos del segundo matrimonio con la señora Damaris Polanco, Julissa Aimee, de cinco años, y César Augusto, de cuatro.
Matías, quien a decir de su esposa siempre estuvo pendiente a las actividades del Círculo, asistió acompañado de ella al espectáculo que presentamos en el Cine-Teatro Paco Escribano de RTVD, que reseñamos también en este número de El Locutor (Ver foto más abajo).
Conservaba su carnet de afiliado a la Institución, y el #366 de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR).
Comenzó la locución en la década de los años cincuenta en La Voz del Trópico, penetrando al elenco de La Voz Dominicana en 1957. En esa estación estatal realizó papeles estelares como actor y comediante.
Podemos citar su principalísimo rol en la radionovela Kazán el Cazador, personaje que representaba.
Dejó impregnado en la memoria de todo el pueblo personajes tan afamados como Felipito, Pololo, Felipito el Resbaloso, El poeta, Mi Loco, entre otros.
A propósito de este personaje, el 8 de agosto del año pasado, cuando realizó su último viaje a Nueva York, trabajó en un espectáculo en el Madison S. Garden. En esa ocasión tenía el temor de hacer dicho papel, es decir, Mi Loco, porque lo consideraba desconocido; en cambio pretendía hacer las veces de Felipito, a lo que se opuso Luisito Martí que le acompañaba.
Convencido del consejo de Martí hizo "Mi Loco", y todo el público se puso de pie con una ovación rotunda.
Julio César Matías fue Rey del Carnaval Dominicano 1986.
Durante muchos años estuvo viajando a Puerto Rico, donde trabajó para el programa de televisión Aeropuerto, junto a Ángela Mayer y Tino Acosta.
Al morir dejó cuatro libretos de un programa que se iba a transmitir por Color Visión, cuyo título "Mi Familia, Qué Familia" lo escogió una semana antes de la noche fatal.
Además de locutor, actor y comediante, Julio César Matías fue agrimensor técnico, llegando a laborar por más de 15 años para la compañía Pujadas y Armenteros e, incluso, hasta hace unos diez años estuvo realizando levantamientos topográficos.
Su muerte, tan sorpresiva como sentida, se produjo el 30 de diciembre del pasado año, al día siguiente de sufrir un infarto cardíaco.
Rebosante de alegría llegó la noche del 29 de diciembre a la inauguración de los nuevos estudios de Color Visión. Al término de su actuación para el programa De Noche, dijo que se sentía mal, por lo que fue inmediatamente internado en un centro médico donde murió horas más tarde.
Con sus personajes con sabor a pueblo, Matías le dedicó su arte y carisma a la tele audiencia dominicana, arte que ese pueblo supo apreciar y disfrutar hasta su última actuación.
Adiós, Julio César Matías, tus huellas Pololo, Felipito, Mi Loco.... son imborrables.