El Círculo de Locutores Dominicanos llamó la atención a algunos profesionales del micrófono, especialmente a los del área musical, en el sentido de que deben evitar durante el ejercicio de su función profesional el uso de voces inapropiadas.
La preocupación es motivada por quejas generalizadas de que algunos locutores musicales utilizan términos soeces y extranjerizantes, con cuya práctica desmeritan el buen nombre del locutor dominicano.
Vemos con preocupación que una de las profesiones más bellas y dignas con que contamos, es decir, la locución, sea desviada de sus propósitos fundamentales que no son más que educar y orientar correctamente al pueblo.
Habida cuenta de que el locutor es seguido por el oyente como patrón o ejemplo en el uso del idioma, por el concepto que plantea o por la opinión que expresa, debe este profesional, no importa el área de la locución en que se desenvuelva, tomar muy en serio lo que manifiesta y, aún más, tener un criterio claro de su papel como forjador de conductas.
El llamado va dirigido además a los directores de algunas emisoras, especialmente de frecuencia modulada (FM) que tienen la idea equivocada que ese importante medio de comunicación social debe perseguir únicamente el lucro y la popularidad, soslayando su fin primordial de servir como vehículo educativo y edificante e irradiador de alegría sana.
Exhortamos a radiodifusores y locutores a poner cada vez más en alto la radio y la locución nacionales ofreciéndoles a los oyentes (en el caso de los radiodifusores, directores de radio y programadores) una programación más educativa y cultural y menos chabacana y (de parte de los locutores) realizar su función con un criterio más elevado guardándole el merecido respeto a la profesión y al pueblo que escucha.
Johnny Rosario
Presidente